LOS COMIENZOS

James Naismith trabajaba como profesor de Educación Física en la Asociación Cristiana de Jóvenes de Springfield (Massachusetts), donde sus jefes le sugirieron que pensase en un deporte que se pudiera practicar en los lluviosos días de invierno, es decir, en entornos cerrados, como en los gimnasios.

Estuvo pensando en alguna actividad con tales requisitos, hasta que un día, se le ocurrió una magnífica idea, la desarrolló y ahí es cuando empezó a cobrar vida el baloncesto.

Al día siguiente fue a preguntar al conserje si tenía unas cajas con determinadas medidas y este le respondió que lo único que tenía era cestas de melocotones. Naismith no rechazó las cestas y las cogió.

El 21 de diciembre de 1891 quedó para consultar la idea a los directivos y Naismith les hizo una demostración de lo que tenía en mente. Puso las dos cestas en el suelo una bastante alejada de la otra, pero todavía la idea no había terminado de tomar forma. Ya que, si los jugadores se ponían alrededor de las cestas, no quedaba vía libre para efectuar el lanzamiento y encestar. 

Después de mucho pensar James subió las cestas a unos 3 metros aproximadamente y ahí es cuando la idea fue muy bien valorada. 

Unos meses después, el 11 de marzo de 1892, se jugó el primer partido de baloncesto.

¡GRACIAS, JAMES!

Menos mal que cogió cestas y no cajas porque, si no, ahora mismo jugaríamos a un deporte llamado Boxball (Baloncaja).


FUENTE: www.muyhistoria.es/contemporanea/articulo/james-naismith-el-profesor-que-invento-el-baloncesto-341513334184